viernes, 8 de diciembre de 2017







Moisés estimaba el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón (Heb. 11:26).

A Moisés, sus padres biológicos de seguro le hablaron de Jehová y su promesa de liberar a los hebreos de la esclavitud a Egipto y entregarles la Tierra Prometida (Gén. 13:14, 15;Éx. 2:5-10). Es muy probable que Moisés pasara tiempo meditando en la promesa de Jehová. Cuanto más pensaba en esa promesa, más crecían su fe y su amor por Jehová. Al igual que otros siervos de Dios, podía imaginar la época en la que Jehová libraría a la humanidad de la muerte (Job 14:14, 15; Heb. 11:17-19). Es lógico que se encariñara con un Dios que sentía tanta compasión por los hebreos y por la humanidad entera. La fe y el amor fueron el motor que lo impulsó a lo largo de toda su vida (Deut. 6:4, 5). Incluso cuando el rey de Egipto lo amenazó de muerte, su fe y su amor le dieron el valor que necesitaba en esos momentos. Él sabía que le esperaba un futuro mejor; seguramente ya lo había visualizado en su mente (Éx. 10:28, 29). w15 15/5 3:11-13




Mis Queridos Hermanos Trabajen en lo bueno para que logren asirse firmemente de la vida que realmente lo Es (1 Tim. 6:18, 19).

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Tj El Nuevo Mundo Es Una Realidad Te Ves Alli .......

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